El domingo pudimos ver un emocionante choque entre Real Madrid y Barcelona en el Clásico de la Liga. En general, no me voy a extender mucho hablando del encuentro en sí, sino que me voy a centrar sobre todo en las jugadas polémicas y lo que se ha dicho a posteriori al respecto. Aunque si alguien quiere leer una buena crónica que le eche un vistazo a la que se publicó este lunes en el periódico La Provincia, escrita por mi compañero José Mendoza. Y para quien desee repasar los momentos clave, aquí pongo un vídeo con el resumen del partido:
La primera acción que crea controversia se produce durante el primer tiempo, minutos después del golazo de Iniesta. Neymar caracolea dentro del área, encara a Pepe y el central portugués lo derriba. Penalti bastante claro que, sin embargo, el colegiado del encuentro, Undiano Mallenco, no señala.
Tras esto, el conjunto merengue remonta el 0-1 inicial con dos goles de Benzema gracias, sobre todo, a un par de despistes -enormes- de la defensa azulgrana. Por cierto, en el segundo tanto es posible que el delantero se ayude de los brazos para controlar; aunque creo que no es así, no hay ninguna toma que lo esclarezca. No lo protestan los futbolistas del Barça, al igual que el hecho de que el francés se apoye en Mascherano en el salto en el que marca el gol del empate, que tampoco creo que sea como para pitar falta en ataque.
Luego viene la supuesta mano de Piqué dentro del área, en el que, al igual que en el supuesto penalti que se comete sobre Bale, no voy a entrar en discusión porque creo que el debate está claro y Undiano acierta al no señalar nada en ambos casos.
A tres minutos para que finalizara el primer tiempo, Messi puso el empate con un gol de auténtica garra. Mientras el argentino coge el balón de la red, se produce una tángana en la que ocurren dos cosas relevantes: la primera es que Pepe -en su línea, para no variar- se encara con Cesc y parece que le propina un cabezazo que tal vez debería haber sido castigado con expulsión por agresión. La cosa es que el central acaba en el suelo quejándose del supuesto golpe y, en ese momento, Busquets le pasa la bota por la mano que tiene sobre el rostro; si el '16' culé lo hace con intención -cosa que no me queda clara tampoco- también es agresión y, por lo tanto, roja. Aunque es comprensible que el árbitro no lo viera en directo, si existe voluntariedad en ambos casos, se les debería castigar ahora que se han visto las imágenes.
Después del descanso, hay una jugada en la que Benzema tiene un mano a mano con Valdés y en la que existe fuera de juego, pero por suerte el guardameta evita el gol. A continuación llega la jugada en la que se pita la pena máxima a favor del Madrid; es una acción en la que se debería haber pitado falta y no el penalti que sí decreta el colegiado y que transforma Cristiano Ronaldo, pues la entrada de Dani Alves se produce fuera del área.
En el minuto 64 tiene lugar la jugada más polémica del encuentro, el penalti de Sergio Ramos a Neymar. En directo tenía pinta de ser penalti, pero al ver la repetición me pareció un claro piscinazo de Neymar. Sin embargo, tras ver la acción repetida unas cuantas veces creo que sí acierta Undiano al decretar la pena máxima. Si bien el brasileño exagera sobremanera la caída, Ramos llega al corte muy rápido y lo toca en el pie lo suficiente como para desequilibrarlo. Además, quiero creer que Neymar no se tiraría así como así teniendo un uno contra uno tan claro, la verdad. En cuanto a la tarjeta roja, no cabe discusión: si la infracción existe -que ahora creo que sí-, está bien sacada porque el sevillano era el último hombre. Messi marca desde los once metros y pone el 3-3 en el marcador.
Finalmente, la última jugada polémica del choque se produce con el penalti cometido sobre Iniesta. Aquí no creo que deba existir controversia, porque me parece muy clara la falta de Xabi Alonso, pero bueno, no quería dejar de nombrarlo. Con una tremenda sangre fría, La pulga convierte la pena máxima y establece el 3-4 definitivo y su hat-trick particular.
En definitiva, tras este análisis se puede ver claramente cómo, en todo caso, Undiano Mallenco desfavoreció al Barça, pues le quitó un penalti -el de Pepe a Neymar- y le señaló uno en contra que no era tal -el de Alves a Cristiano-. En las acciones polémicas del encuentro en las que se equivocó, favoreció a los blancos.
No obstante, ¿qué han hecho Ramos y Ronaldo -y gran parte de los madridistas-? Quejarse del colegiado. ¡Ellos! Patético. Se les debe sancionar a los dos, sin lugar a dudas. Esto no viene sino a demostrar lo que mejor hacen -y constantemente- los del Madrid: llorar por el arbitraje cuando en realidad se les favorece muchísimo a ellos, y si no que se lo pregunten, por ejemplo, al Elche -eso sí fue un robo-. Además, lamentarse de las decisiones arbitrales era de equipos pequeños, ¿no? Lo que padecen tiene un nombre claro: barcelonitis. Y el problema es que están contagiados la mayoría de los medios de comunicación, que siempre tiran para el equipo merengue. La envidia que tienen del fútbol que practica el Barça -vale, con Guardiola era aún mejor, pero sigue desplegando un juego espectacular- les hace repetir una y otra vez que ya ha llegado el famoso "fin de ciclo"; no porque sea así, sino porque es lo único que desean.
Y sí, lo reitero, a Busquets también hay que sancionarlo, si lo que le hizo a Pepe fue con intención. Son cosas que no se pueden permitir. Pero lo de Ramos y Ronaldo tampoco.
Sobre el Barça
Por último e independiente de lo anterior, quiero hacer una pequeña reflexión en cuanto al Barcelona. No tengo nada en contra del Tata Martino, pero creo que no es el entrenador adecuado para este equipo. Ojalá y aún así gane muchos títulos -y, por qué no, acabe retractándome-, pero creo que el Barça necesita un míster que sea, ante todo, un motivador. Queda claro que para encuentros como el del domingo estos futbolistas ya parten con una motivación propia y casi no hace ni falta que se les diga nada. Lo están demostrando en los partidos importantes. Pero en encuentros contra equipos teóricamente inferiores es cuando más cuesta estimular, como es lógico. Por eso hace falta un entrenador con carácter y que les haga dejarse la piel en cada choque, independientemente del rival que tengan delante. Sí, como hacía Guardiola.
Evidentemente, también tiene que tener unos conocimientos tácticos importantes, pero este grupo de jugadores casi ni necesita que se le explique cómo hay que hacer las cosas. Ya lo hace prácticamente de memoria, y además de lujo. Es por esto que, insisto, ante todo hace falta un motivador; y si es alguien de la casa, mejor. No me desagradaría que se apostara, por ejemplo, por Paco Jémez, pero personalmente lo daría todo por traer a Luis Enrique, que aunque no ha demostrado nada en cuanto a títulos, tácticamente me parece un buen técnico -su Celta no juega nada mal-, tiene carácter y encima es de la casa. Tal vez me equivoque, pero podría ser lo más parecido a Guardiola que pueda tener el Barcelona.
En lo que a altas y bajas de jugadores se refiere, ya lo comentaré en otra entrada. De momento, a seguir disfrutando de esta merecida victoria y a luchar por la Liga. Porque hay Liga, sí. Mi apuesta era que, el que ganara el Clásico, haría lo propio con la competición. Espero acertar, aunque reconozco que si la gana el Atlético de Madrid tampoco me importaría demasiado; como culé, prefiero que la gane el Barça, obviamente, pero por ver a un campeón distinto que no sea uno de los dos de siempre y, sobre todo, con tal de que no la gane el Madrid...
Pero, vamos, a luchar por las tres competiciones hasta el final, que está muy vivo en todas. ¡Visca el Barça!