martes, 21 de junio de 2011

¡Vaya muertes!

Hace tiempo tuve conocimiento de la existencia de unos premios que me parecieron, cuanto menos, curiosos. Se trata de los Premios Darwin, los cuales descubrí gracias a mi amigo Dani, a quien desde aquí le hago homenaje. 

El Premio Darwin es un galardón un tanto irónico que se entrega póstumamente a alguien cuya muerte es producida por un error absurdo. Puede ser entregado también a alguien que no haya fallecido, siempre y cuando esa persona quede incapacitada para tener hijos. 

El nombre se lo debe al creador de la teoría de la evolución, Charles Darwin, y la lógica está en que se supone que cuando uno de estos individuos no puede tener descendencia, ya sea por muerte o por esterilización, está mejorando la especie, dada la ridícula manera en que se produce el “incidente”. 

Los Premios Darwin han circulado en Estados Unidos desde 1985 a través de e-mail y en discusiones de un grupo en Usenet; en el archivo de Google Usenet están registradas las primeras concesiones de los Darwin. El 7 de agosto de 1985 apareció un artículo sobre una absurda muerte relacionada con una máquina expendedora (Vending Machine Tipover) y el 7 de diciembre de 1990 otra acerca de un coche al que se le añadió el motor de un cohete (JATO Rocket Car). 

Wendy Northcutt, quien ha escrito libros al respecto, es la encargada de la web darwinawards.com, que es una de las páginas dedicadas a estos galardones. Northcutt, además, ha establecido 5 requisitos para ganar el premio:

- "Imposibilidad de reproducción": El candidato debe estar muerto o haber quedado estéril. A veces esto puede ser motivo de disputa. Los candidatos pueden ser rechazados debido a la edad o por haberse reproducido antes de su muerte. Para evitar debates acerca de la fecundación in vitro, inseminación artificial, o clonación, el libro original de los Premios Darwin aplica el criterio de la "isla desierta" a sus candidatos: Si la persona es incapaz de reproducirse en una isla desierta con un miembro fértil del sexo opuesto, él o ella será considerado estéril. En general, los ganadores del premio suelen estar muertos, quedando sus órganos sexuales inútiles.

- "Excelencia": Asombrosa falta de sensatez. La imprudencia del candidato debe ser única y sensacional porque el premio pretende ser gracioso. Un gran número de imprudencias pero a su vez de actividades comunes, como fumar en la cama, están excluidas de ser apreciadas. A pesar de ello, una muerte causada por fumar después de haber recibido un ungüento inflamable en un hospital cuando se había especificado que no fumase puede ser motivo de nominación. Una 'Mención Honorable' (un hombre que intentó suicidarse tragando píldoras de nitroglicerina, y luego intentó hacerlos detonar chocándose contra una pared) suele estar en esta categoría, a pesar de actuar intencionadamente, lo que normalmente descalificaría al candidato. 

- "Autoselección": Causar la muerte de uno mismo. Matar a un amigo con una granada de mano no sería elegido, pero matarse uno mismo fabricando un dispositivo casero que lanzara una granada para limpiar la chimenea, podría ser elegido. El premio no se concede a alguien que mate a otra persona o haga que esta quede estéril, a no ser que el responsable esté directamente implicado.

- "Madurez": La persona debe estar en su sano juicio. El candidato debe tener la edad legal para conducir y no padecer retraso mental. 

- "Veracidad": El acontecimiento debe ser verificado. La historia debe estar documentada por fuentes fiables como artículos de periódicos serios, reportajes en televisión o testigos oculares. Si se descubre que una historia es falsa será descalificada. Algunas historias bastante curiosas han pasado a los anales como meras leyendas urbanas.

Entre los ganadores de los Darwin Awards se encuentran:
  • Malabarismo con granadas de mano (Croacia, 2001).
  • Dejar un cigarrillo encendido en un almacén lleno de explosivos (Filipinas, 1999)
  • Saltar de un avión para grabar a paracaidistas sin haberse puesto el paracaídas (Estados Unidos, 1987).
  • Intentar obtener suficiente luz para mirar por el cañón de una pistola de avancarga cargado utilizando un mechero (Estados Unidos, 1996).
  • Iluminar un depósito de combustible usando un mechero para comprobar si contiene algún elemento inflamable (Brasil, 2003).
  • Intentar jugar a la ruleta rusa con una pistola semiautomática que carga automáticamente el siguiente cartucho en la recámara.
  • Chocar contra una ventana y caer intentando demostrar que el cristal de la misma era irrompible (http://darwinawards.com/darwin/darwin1996-01.html).
Cabe destacar también que la página de Darwinawards entrega una "Mención Honorífica" a aquellas personas que sobreviven a sus aventuras con su capacidad reproductiva intacta, por suerte o azar. Un ejemplo es Larry Walters, que ató globos inflados con helio a una sillas y estuvo volando sobre Long Beach (California) en julio de 1982. Alcanzó una altura de 16.000 pies y fue multado posteriormente por atravesar el espacio aéreo sin autorización. 

Asimismo, cada año, un ganador es elegido como el más "honorífico" de todos, y es premiado como el "Premio Darwin del Año". En 2007, el ganador fue "The Enema Within", según la cual un hombre murió por intoxicación etílica después de haberse introducido dos botellas de 1.5 litros de jerez por vía anal.



Por último, cabe destacar que este premio motivó a una película en 2007: Darwin Awards: muertes de risa, dirigida por Finn Taylor. En ella, Joseph Fiennes interpreta a un policía obsesionado con los Premios Darwin que se dedica a investigarlos junto a una investigadora de seguros interpretada por Winona Ryder. 

No es ninguna obra maestra, pero desde luego es bastante divertida y entretenida y un buen homenaje a estos premios para quien quiera acercarse un poco más a este curioso tema; la película incluye, además, alguno de los casos reales de estas absurdas muertes.



Fuentes: