miércoles, 20 de diciembre de 2017

Un punto y aparte en 'Star Wars', incoherencias e improvisación mediante

Llevo varios días dándole vueltas al octavo episodio de la que es, probablemente, mi saga cinematográfica preferida: Star Wars. Nada más terminar de ver la película, el mismo día del estreno, me hicieron la pregunta mágica: "¿Te gustó?". Mi respuesta en ese momento fue un "no lo sé". Era consciente de que había visto una cinta visualmente genial y, tratándose de La guerra de las galaxias, tenía muchas ganas de que me gustara. De hecho, pasados unos minutos del visionado, creía que así había sido. Pensaba que las cosas que me chirriaban no eran para tanto y que, en su conjunto, me había convencido.

Pero la realidad es otra. Tras mucho pensar acerca del filme, he llegado a la conclusión de que no me gusta nada el rumbo que ha tomado esto. Porque una cosa está clara, y es el hecho de que esto es un punto y aparte en la saga, y una ruptura con todo lo visto anteriormente en toda regla. En mi opinión, para mal.

Si tratara de analizar Los últimos jedi desde el punto de vista de una persona que no es fan de Star Wars ni ha visto la trilogía original, me reafirmaría en lo que decía al principio, y lo cierto es que, visual y cinematográficamente hablando, es una buena película de ciencia-ficción y aventuras. Y también desde mi punto de vista personal (como admirador de esta saga) le saco varias cosas positivas (sin incurrir en spoilers de momento):

- Como señalaba antes, a nivel visual es fantástica.
- La trama de Rey, Luke y Kylo es capaz de generar interés por momentos.
- Los porgs me han parecido simpáticos.
- Me gusta la evolución del personaje de Kylo Ren a lo largo de la película.

En cuanto a lo negativo debo destacar, sobre todo, que no me gusta el camino que han tomado tanto la historia en sí como muchos de los personajes, y en especial mi favorito: Luke Skywalker. Respecto a la historia, y antes de continuar, cabe recordar que, cuando se crea un nuevo mundo fantástico, uno se puede inventar mil leyes y reglas (fantásticas también, claro) para ese universo. Pero cuando lo sigues desarrollando, tienes que ser fiel a esas leyes y reglas. Si no, se caería en incoherencias y contradicciones. Y eso es lo que más me molesta de la película del señor Rian Johnson y compañía. Una de las cosas que más se criticaron del Episodio VII (y me incluyo, aunque la cinta me gustara) fue que no se alejara, a cierto nivel, de la trilogía original. Aquí lo que han hecho ha sido intentar irse al extremo opuesto. Y, en mi opinión, ha sido un error fatal. Por tratar de contentar al público, han tomado una serie de decisiones que no son coherentes ya no solamente con los episodios IV, V y VI, sino ni siquiera con El despertar de la Fuerza. Son decisiones fruto de la improvisación, y se nota.

A partir de aquí quiero hablar en concreto de estas cuestiones, así que te encontrarás con SPOILERS. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad:


- Tal y como dejé claro en mi análisis del Episodio VII, el VIII tenía la misión de explicar algunas cosas que, en principio, no habían tenido mucho sentido para mí. Me refiero, sobre todo, a lo especialmente habilidosa en la Fuerza que es Rey sin haber recibido nunca adiestramiento. La respuesta podía estar en su origen, del que en su momento me aventuré a ofrecer una teoría, si bien podía haber alguna otra que también diera una explicación igualmente buena al misterio. Pero no. Como lo que quiere hacer todo el rato Los últimos jedi es sorprender y dado que los fans hemos estado elucubrando al respecto, la mejor idea que han tenido ha sido decidir sobre la marcha que el misterio que ellos mismos habían presentado no era tal: los padres de Rey son dos chatarreros cualesquiera. Con un par. Y Rey domina la Fuerza desde la primera película porque sí. A Luke, hijo del jedi más poderoso, le costó lo suyo y lo logró tras mucho entrenamiento y trabajo duro, pero Rey va sobrada porque sí. Tal vez en el IX nos den alguna otra explicación sacada de la manga, pero, de momento, esto es lo que tenemos.

- Otra explicación que, a mi juicio, tenía que darnos el Episodio VIII era acerca de por qué Luke se había exiliado. Respecto a la respuesta que nos han dado, yo tengo dos preguntas: Si quería olvidarse de la Fuerza y de los jedi, ¿para qué se va a un planeta donde se encuentran los primeros libros de los jedi? Y si fue allí para morir y que los jedi desaparecieran con su muerte, ¿por qué dejó un mapa para que pudieran encontrarlo? Como decía, contradicciones fruto de la improvisación.


- La evolución (si se le puede llamar así) del propio Luke es lo que menos me ha gustado de toda la película. Me costaría una barbaridad, pero puedo intentar aceptar que tenga su momento de flaqueza y se plantee matar a su sobrino para erradicar el mal. Un paréntesis: en Darth Vader percibió el lado bueno que aún tenía y trató de salvarlo; ¿por qué con Kylo Ren no? Otra incoherencia. Sigo: también puedo hacer un esfuerzo y tratar de aceptar que tenga un desencanto con la Fuerza después de lo que sucede en su academia con Kylo y se exilie dejando a todos tirados con un problema que él mismo ha creado. Otro paréntesis: Yoda y Obi-Wan deciden exiliarse al final del Episodio III porque no existía una Rebelión con la que luchar y porque el exilio en sí mismo es una medida que toman para que los jedi no desaparezcan; aquí, Luke se ha ido cobardemente y dejando a la Resistencia -y a su familia- a la buena de Dios sin otro plan que el de morir. Ningún personaje medianamente bueno haría algo así, pero mucho menos Luke Skywalker. En fin. Continúo: incluso puedo llegar a aceptar que, aunque este Luke ya sea todo un maestro jedi, necesite que Yoda (momentazo su aparición, por cierto, aunque ya podría haber hecho acto de presencia antes) le tenga que enderezar una vez más. Pero lo que más me fastidia es que, con todas estas atrocidades que vas acumulando en la mochila según avanza la trama, no le hayan dado una redención digna al final, es decir, que ni siquiera haya ido en persona a luchar contra Kylo. Habría sido un momento épico y al menos habríamos tenido una batalla de sables en la película (sí, no hay ninguna). Los fans habríamos disfrutado de una última lucha de verdad de Luke y, aunque su muerte nos hubiera dolido, habría muerto con honor. Por el contrario, aquí se sacan un nuevo poder de la chistera (sin comentarios... esto merecería un post aparte) y Luke manda a una proyección de sí mismo (más rejuvenecido y blandiendo el sable de luz que ha heredado Rey, así porque sí y sin explicación) y luego muere por el cansancio que le supone haber usado la Fuerza (¿?). Entiendo la épica que le quieren dar a ese momento y al propio Luke, pero a mí no me funciona y no es suficiente. Por separado, me molestan tanto las acciones cobardes (e impropias de él) que le han llevado a exiliarse como la forma en que tiene al final de "volver", pero es que la película junta ambas cosas en lo que supone un ataque directo y atroz al alma de los amantes de este personaje. Solo ellos comprenderán lo dolido y decepcionado que se ha quedado mi corazoncito de fan. Hasta el propio Mark Hamill lo ve así y yo estoy de acuerdo: este no es mi Luke Skywalker. Tantos años esperando para esto. Pues nada.

- La película tiene exceso de humor. En Star Wars siempre ha habido humor, pero bien insertado y sin excesos (a excepción, por ejemplo, del caso Jar Jar Binks del Episodio I). Pero aquí hay demasiado, para intentar contentar al público general, supongo. Voy a destacar dos momentos que me han molestado especialmente: la "conversación" al principio del filme entre Poe Dameron y el General Hux (demasiado larga y ridícula) y el momento en el que Luke tira el sable láser que le entrega Rey. Este último es un mensaje al espectador: ¿Que te habías quedado con las ganas de ver el momentazo épico de cuando Luke vuelve agarrar de nuevo su viejo sable láser? ¿Que tenías ganas de ver la respuesta a todos los misterios que planteamos en la anterior película? Pues esto es lo que hacemos con tus ganas y tus expectativas: tirarlas por el acantilado. A tomar por saco. Me juego el cuello a que no es lo que tenían pensado hacer cuando rodaron el Episodio VII con ese final en el que Luke se queda mirando a Rey con rostro serio. Pero, claro, es que no tienen un plan y van improvisando todo según reacciona el público y pasándose por el arco del triunfo lo planteado anteriormente. Yo era el primero que quería ver algo diferente, que se alejara un poco de lo ya visto, pero así no.


- Para seguir desligándose del pasado, a personajes tan queridos como Chewbacca, R2-D2 o C-3PO los han puesto como pegotes y prácticamente no tienen presencia ni importancia en la cinta. Entiendo que quieras centrarte en los nuevos, pero tampoco es plan de "despedazarlos" de esta forma; y menos después de que en El despertar de la Fuerza sí se les tratara con el respeto que merecen.

- El momento de Leia volviendo a la nave como si fuera Superman sobraba completamente. No tiene sentido, queda horrible y me sacó de la película. Que sí, que Leia tiene potencial para ser una gran jedi, pero la escena es inverosímil de cualquier manera. 

- Como ahora parece que cualquiera que tenga potencial de jedi ya domina la Fuerza sin necesidad de adiestrarse, al final de la película nos muestran a un niño que coge una escoba atrayéndola hacia sí mismo con la Fuerza como si nada para darnos a entender que hay más por ahí con poderes. A Luke, que ya había recibido algo de entrenamiento, le costó horrores coger su sable en la cueva del wampa en el Episodio V, y ya ni hablemos de sacar su nave del pantano de Dagobah; pero aquí, este niño que no sabe ni lo que es la Fuerza, la usa para coger su escoba como quien bebe un vaso de agua. Vivan las incoherencias. Que sí, que está bien que haya mucha gente en la galaxia con potencial para ser jedi, pero por el aro que no pienso pasar es por el de que ahora no haga falta ni el más mínimo entrenamiento ni trabajo duro para dominar los poderes. ¿Dónde queda lo que decía Yoda en la trilogía original entonces?


- También relacionado con el exceso de humor está el hecho de que a los de la Primera Orden, y en especial al General Hux, han decidido ponerlos como tontos e incompetentes. Queda demasiado ridículo. Darth Vader se habría cargado a Hux en el minuto uno.

- Hablando de los malos, no puedo dejarme atrás a Snoke, por supuesto. Otro gran misterio que se presentaba en el Episodio VII. Un personaje tremendamente poderoso que se supone que lo tiene todo controlado y al que, sin embargo, se lo carga Kylo de una manera bastante rápida y tonta. No tiene sentido que le dieran tanto bombo y lo pusieran tan poderoso para después matarlo así. Ni tampoco sabremos quién demonios era ni de dónde salió (ni ellos mismos lo saben, aunque ya improvisarán alguna novela para contárnoslo).

- Por cierto, ¿por qué continúa la conexión entre Kylo y Rey después de morir Snoke si la había creado éste?

- ¿Qué pasa con los caballeros de Ren que se nombraban en El despertar de la Fuerza?

- También me molesta que vayan de guais dando a entender que se han desligado de la trilogía original cuando en realidad no es así. Si el Episodio VII guarda muchos paralelismos con el IV, esta también tiene muchos con el V y el VI: Rey se entrena con Luke en un planeta apartado, como ya hiciera Luke con Yoda; Rey entra en una cueva del Lado Oscuro, igual que Luke en El Imperio contraataca; Luke intenta retener a Rey, pero ésta se va igualmente, tal y como sucede en el Episodio V; Kylo lleva a Rey ante el Líder Supremo y lo acaba matando, igual que cuando Vader lleva a Luke ante el Emperador y también lo acaba matando; y la batalla final con los caminantes en un planeta de color blanco rememora la de Hoth (pero esta vez no es nieve, sino sal; ¡uy, qué gran diferencia!). Y seguro que se me quedan ejemplos atrás, pero la realidad es que la estructura general vuelve a ser calcada de la trilogía original. Siguen sin aportar realmente nada nuevo.


- No se pronuncia la mítica frase de Star Wars: "Tengo un mal presentimiento". Es la primera película de la saga en la que no se dice.

- ¿Para qué "reviven" a Phasma si se la van a volver a cargar a los cinco minutos?

- La misión de Finn no solamente me resulta pesada, sino que, además, no sirve para nada. Y tengo mis dudas de para qué sirve realmente lo que hace Poe Dameron en la película, por cierto. De hecho, la única trama que me genera verdadero interés es la de Rey, Luke y Kylo, como ya dije antes. Casi todas las demás se me hacen aburridas y, para colmo, valen para bien poco.

- Tanto es así que tengo la sensación de que los propios personajes de Finn y Poe no evolucionan respecto a la anterior entrega. Ni tampoco han conseguido que les coja cariño; BB-8 es de los pocos que se salvan en este sentido.

En conclusión, no me ha gustado nada el rumbo que ha tomado esto y estoy profundamente decepcionado. Como reconozco que, a pesar de todo, podría haber sido peor y teniendo en cuenta que como ejercicio cinematográfico tiene cosas salvables (a nivel visual, por ejemplo), mi nota es de un claro suspenso, pero no uno (tan) catastrófico; de momento, le doy un 3. Pero puesto que, para mí, cualquier película de Star Wars a la que puntúe con menos de un 8 o un 9 seguramente suponga una decepción, ya se pueden imaginar lo que refleja esta calificación. Lo que no sé si hacer ahora o no es reducirle la nota al Episodio VII, dado que había cosas que no me habían gustado y que estaban pendientes de una buena explicación que al final no ha existido. De momento se la mantendré como está, intentando pensar en ella sin tener en cuenta esta otra, ya que creo que es lo más justo. En cuanto al Episodio IX, se han cargado mis grandes expectativas y ganas por verla, aunque supongo que, al menos por curiosidad, le acabaré echando un vistazo. A ver qué improvisan.