miércoles, 20 de diciembre de 2017

Un punto y aparte en 'Star Wars', incoherencias e improvisación mediante

Llevo varios días dándole vueltas al octavo episodio de la que es, probablemente, mi saga cinematográfica preferida: Star Wars. Nada más terminar de ver la película, el mismo día del estreno, me hicieron la pregunta mágica: "¿Te gustó?". Mi respuesta en ese momento fue un "no lo sé". Era consciente de que había visto una cinta visualmente genial y, tratándose de La guerra de las galaxias, tenía muchas ganas de que me gustara. De hecho, pasados unos minutos del visionado, creía que así había sido. Pensaba que las cosas que me chirriaban no eran para tanto y que, en su conjunto, me había convencido.

Pero la realidad es otra. Tras mucho pensar acerca del filme, he llegado a la conclusión de que no me gusta nada el rumbo que ha tomado esto. Porque una cosa está clara, y es el hecho de que esto es un punto y aparte en la saga, y una ruptura con todo lo visto anteriormente en toda regla. En mi opinión, para mal.

Si tratara de analizar Los últimos jedi desde el punto de vista de una persona que no es fan de Star Wars ni ha visto la trilogía original, me reafirmaría en lo que decía al principio, y lo cierto es que, visual y cinematográficamente hablando, es una buena película de ciencia-ficción y aventuras. Y también desde mi punto de vista personal (como admirador de esta saga) le saco varias cosas positivas (sin incurrir en spoilers de momento):

- Como señalaba antes, a nivel visual es fantástica.
- La trama de Rey, Luke y Kylo es capaz de generar interés por momentos.
- Los porgs me han parecido simpáticos.
- Me gusta la evolución del personaje de Kylo Ren a lo largo de la película.

En cuanto a lo negativo debo destacar, sobre todo, que no me gusta el camino que han tomado tanto la historia en sí como muchos de los personajes, y en especial mi favorito: Luke Skywalker. Respecto a la historia, y antes de continuar, cabe recordar que, cuando se crea un nuevo mundo fantástico, uno se puede inventar mil leyes y reglas (fantásticas también, claro) para ese universo. Pero cuando lo sigues desarrollando, tienes que ser fiel a esas leyes y reglas. Si no, se caería en incoherencias y contradicciones. Y eso es lo que más me molesta de la película del señor Rian Johnson y compañía. Una de las cosas que más se criticaron del Episodio VII (y me incluyo, aunque la cinta me gustara) fue que no se alejara, a cierto nivel, de la trilogía original. Aquí lo que han hecho ha sido intentar irse al extremo opuesto. Y, en mi opinión, ha sido un error fatal. Por tratar de contentar al público, han tomado una serie de decisiones que no son coherentes ya no solamente con los episodios IV, V y VI, sino ni siquiera con El despertar de la Fuerza. Son decisiones fruto de la improvisación, y se nota.

A partir de aquí quiero hablar en concreto de estas cuestiones, así que te encontrarás con SPOILERS. Sigue leyendo bajo tu responsabilidad:


- Tal y como dejé claro en mi análisis del Episodio VII, el VIII tenía la misión de explicar algunas cosas que, en principio, no habían tenido mucho sentido para mí. Me refiero, sobre todo, a lo especialmente habilidosa en la Fuerza que es Rey sin haber recibido nunca adiestramiento. La respuesta podía estar en su origen, del que en su momento me aventuré a ofrecer una teoría, si bien podía haber alguna otra que también diera una explicación igualmente buena al misterio. Pero no. Como lo que quiere hacer todo el rato Los últimos jedi es sorprender y dado que los fans hemos estado elucubrando al respecto, la mejor idea que han tenido ha sido decidir sobre la marcha que el misterio que ellos mismos habían presentado no era tal: los padres de Rey son dos chatarreros cualesquiera. Con un par. Y Rey domina la Fuerza desde la primera película porque sí. A Luke, hijo del jedi más poderoso, le costó lo suyo y lo logró tras mucho entrenamiento y trabajo duro, pero Rey va sobrada porque sí. Tal vez en el IX nos den alguna otra explicación sacada de la manga, pero, de momento, esto es lo que tenemos.

- Otra explicación que, a mi juicio, tenía que darnos el Episodio VIII era acerca de por qué Luke se había exiliado. Respecto a la respuesta que nos han dado, yo tengo dos preguntas: Si quería olvidarse de la Fuerza y de los jedi, ¿para qué se va a un planeta donde se encuentran los primeros libros de los jedi? Y si fue allí para morir y que los jedi desaparecieran con su muerte, ¿por qué dejó un mapa para que pudieran encontrarlo? Como decía, contradicciones fruto de la improvisación.


- La evolución (si se le puede llamar así) del propio Luke es lo que menos me ha gustado de toda la película. Me costaría una barbaridad, pero puedo intentar aceptar que tenga su momento de flaqueza y se plantee matar a su sobrino para erradicar el mal. Un paréntesis: en Darth Vader percibió el lado bueno que aún tenía y trató de salvarlo; ¿por qué con Kylo Ren no? Otra incoherencia. Sigo: también puedo hacer un esfuerzo y tratar de aceptar que tenga un desencanto con la Fuerza después de lo que sucede en su academia con Kylo y se exilie dejando a todos tirados con un problema que él mismo ha creado. Otro paréntesis: Yoda y Obi-Wan deciden exiliarse al final del Episodio III porque no existía una Rebelión con la que luchar y porque el exilio en sí mismo es una medida que toman para que los jedi no desaparezcan; aquí, Luke se ha ido cobardemente y dejando a la Resistencia -y a su familia- a la buena de Dios sin otro plan que el de morir. Ningún personaje medianamente bueno haría algo así, pero mucho menos Luke Skywalker. En fin. Continúo: incluso puedo llegar a aceptar que, aunque este Luke ya sea todo un maestro jedi, necesite que Yoda (momentazo su aparición, por cierto, aunque ya podría haber hecho acto de presencia antes) le tenga que enderezar una vez más. Pero lo que más me fastidia es que, con todas estas atrocidades que vas acumulando en la mochila según avanza la trama, no le hayan dado una redención digna al final, es decir, que ni siquiera haya ido en persona a luchar contra Kylo. Habría sido un momento épico y al menos habríamos tenido una batalla de sables en la película (sí, no hay ninguna). Los fans habríamos disfrutado de una última lucha de verdad de Luke y, aunque su muerte nos hubiera dolido, habría muerto con honor. Por el contrario, aquí se sacan un nuevo poder de la chistera (sin comentarios... esto merecería un post aparte) y Luke manda a una proyección de sí mismo (más rejuvenecido y blandiendo el sable de luz que ha heredado Rey, así porque sí y sin explicación) y luego muere por el cansancio que le supone haber usado la Fuerza (¿?). Entiendo la épica que le quieren dar a ese momento y al propio Luke, pero a mí no me funciona y no es suficiente. Por separado, me molestan tanto las acciones cobardes (e impropias de él) que le han llevado a exiliarse como la forma en que tiene al final de "volver", pero es que la película junta ambas cosas en lo que supone un ataque directo y atroz al alma de los amantes de este personaje. Solo ellos comprenderán lo dolido y decepcionado que se ha quedado mi corazoncito de fan. Hasta el propio Mark Hamill lo ve así y yo estoy de acuerdo: este no es mi Luke Skywalker. Tantos años esperando para esto. Pues nada.

- La película tiene exceso de humor. En Star Wars siempre ha habido humor, pero bien insertado y sin excesos (a excepción, por ejemplo, del caso Jar Jar Binks del Episodio I). Pero aquí hay demasiado, para intentar contentar al público general, supongo. Voy a destacar dos momentos que me han molestado especialmente: la "conversación" al principio del filme entre Poe Dameron y el General Hux (demasiado larga y ridícula) y el momento en el que Luke tira el sable láser que le entrega Rey. Este último es un mensaje al espectador: ¿Que te habías quedado con las ganas de ver el momentazo épico de cuando Luke vuelve agarrar de nuevo su viejo sable láser? ¿Que tenías ganas de ver la respuesta a todos los misterios que planteamos en la anterior película? Pues esto es lo que hacemos con tus ganas y tus expectativas: tirarlas por el acantilado. A tomar por saco. Me juego el cuello a que no es lo que tenían pensado hacer cuando rodaron el Episodio VII con ese final en el que Luke se queda mirando a Rey con rostro serio. Pero, claro, es que no tienen un plan y van improvisando todo según reacciona el público y pasándose por el arco del triunfo lo planteado anteriormente. Yo era el primero que quería ver algo diferente, que se alejara un poco de lo ya visto, pero así no.


- Para seguir desligándose del pasado, a personajes tan queridos como Chewbacca, R2-D2 o C-3PO los han puesto como pegotes y prácticamente no tienen presencia ni importancia en la cinta. Entiendo que quieras centrarte en los nuevos, pero tampoco es plan de "despedazarlos" de esta forma; y menos después de que en El despertar de la Fuerza sí se les tratara con el respeto que merecen.

- El momento de Leia volviendo a la nave como si fuera Superman sobraba completamente. No tiene sentido, queda horrible y me sacó de la película. Que sí, que Leia tiene potencial para ser una gran jedi, pero la escena es inverosímil de cualquier manera. 

- Como ahora parece que cualquiera que tenga potencial de jedi ya domina la Fuerza sin necesidad de adiestrarse, al final de la película nos muestran a un niño que coge una escoba atrayéndola hacia sí mismo con la Fuerza como si nada para darnos a entender que hay más por ahí con poderes. A Luke, que ya había recibido algo de entrenamiento, le costó horrores coger su sable en la cueva del wampa en el Episodio V, y ya ni hablemos de sacar su nave del pantano de Dagobah; pero aquí, este niño que no sabe ni lo que es la Fuerza, la usa para coger su escoba como quien bebe un vaso de agua. Vivan las incoherencias. Que sí, que está bien que haya mucha gente en la galaxia con potencial para ser jedi, pero por el aro que no pienso pasar es por el de que ahora no haga falta ni el más mínimo entrenamiento ni trabajo duro para dominar los poderes. ¿Dónde queda lo que decía Yoda en la trilogía original entonces?


- También relacionado con el exceso de humor está el hecho de que a los de la Primera Orden, y en especial al General Hux, han decidido ponerlos como tontos e incompetentes. Queda demasiado ridículo. Darth Vader se habría cargado a Hux en el minuto uno.

- Hablando de los malos, no puedo dejarme atrás a Snoke, por supuesto. Otro gran misterio que se presentaba en el Episodio VII. Un personaje tremendamente poderoso que se supone que lo tiene todo controlado y al que, sin embargo, se lo carga Kylo de una manera bastante rápida y tonta. No tiene sentido que le dieran tanto bombo y lo pusieran tan poderoso para después matarlo así. Ni tampoco sabremos quién demonios era ni de dónde salió (ni ellos mismos lo saben, aunque ya improvisarán alguna novela para contárnoslo).

- Por cierto, ¿por qué continúa la conexión entre Kylo y Rey después de morir Snoke si la había creado éste?

- ¿Qué pasa con los caballeros de Ren que se nombraban en El despertar de la Fuerza?

- También me molesta que vayan de guais dando a entender que se han desligado de la trilogía original cuando en realidad no es así. Si el Episodio VII guarda muchos paralelismos con el IV, esta también tiene muchos con el V y el VI: Rey se entrena con Luke en un planeta apartado, como ya hiciera Luke con Yoda; Rey entra en una cueva del Lado Oscuro, igual que Luke en El Imperio contraataca; Luke intenta retener a Rey, pero ésta se va igualmente, tal y como sucede en el Episodio V; Kylo lleva a Rey ante el Líder Supremo y lo acaba matando, igual que cuando Vader lleva a Luke ante el Emperador y también lo acaba matando; y la batalla final con los caminantes en un planeta de color blanco rememora la de Hoth (pero esta vez no es nieve, sino sal; ¡uy, qué gran diferencia!). Y seguro que se me quedan ejemplos atrás, pero la realidad es que la estructura general vuelve a ser calcada de la trilogía original. Siguen sin aportar realmente nada nuevo.


- No se pronuncia la mítica frase de Star Wars: "Tengo un mal presentimiento". Es la primera película de la saga en la que no se dice.

- ¿Para qué "reviven" a Phasma si se la van a volver a cargar a los cinco minutos?

- La misión de Finn no solamente me resulta pesada, sino que, además, no sirve para nada. Y tengo mis dudas de para qué sirve realmente lo que hace Poe Dameron en la película, por cierto. De hecho, la única trama que me genera verdadero interés es la de Rey, Luke y Kylo, como ya dije antes. Casi todas las demás se me hacen aburridas y, para colmo, valen para bien poco.

- Tanto es así que tengo la sensación de que los propios personajes de Finn y Poe no evolucionan respecto a la anterior entrega. Ni tampoco han conseguido que les coja cariño; BB-8 es de los pocos que se salvan en este sentido.

En conclusión, no me ha gustado nada el rumbo que ha tomado esto y estoy profundamente decepcionado. Como reconozco que, a pesar de todo, podría haber sido peor y teniendo en cuenta que como ejercicio cinematográfico tiene cosas salvables (a nivel visual, por ejemplo), mi nota es de un claro suspenso, pero no uno (tan) catastrófico; de momento, le doy un 3. Pero puesto que, para mí, cualquier película de Star Wars a la que puntúe con menos de un 8 o un 9 seguramente suponga una decepción, ya se pueden imaginar lo que refleja esta calificación. Lo que no sé si hacer ahora o no es reducirle la nota al Episodio VII, dado que había cosas que no me habían gustado y que estaban pendientes de una buena explicación que al final no ha existido. De momento se la mantendré como está, intentando pensar en ella sin tener en cuenta esta otra, ya que creo que es lo más justo. En cuanto al Episodio IX, se han cargado mis grandes expectativas y ganas por verla, aunque supongo que, al menos por curiosidad, le acabaré echando un vistazo. A ver qué improvisan.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Una entretenida película para unirlos a todos... sin más

El pasado 18 de noviembre pude ver por fin la esperada Liga de la Justicia, con la que el Universo Cinematográfico de DC (UCDC) ha tomado un nuevo sendero. Antes de continuar, quiero recordar que a quien escribe estas líneas le encantaron tanto El hombre de acero como Batman v. Superman, ambas (sobre todo esta última) bastante más oscuras y serias. Es por eso que el reenfoque no me ha encantado, si bien me ha parecido medianamente adecuado en general para una cinta que reúne a un grupo de superhéroes que deben inspirar y transmitir esperanza.

Sea como fuere, y a modo de resumen, he de decir que el filme me ha resultado entretenido y sirve para presentar (o hacer evolucionar, según el caso) a unos personajes que son el punto fuerte y de los que entran ganas de ver más. Se trata de una cinta sin muchas pretensiones y con una historia bastante simple, lo cual es claramente su punto débil, teniendo en cuenta que esta película se merecía mucho más.

Son muchos los aspectos que habría que analizar de Liga de la Justicia, así que vayamos por partes. A partir de aquí te recomiendo que no sigas leyendo si no la has visto, ya que el artículo contiene SPOILERS.


Para empezar, como ya he comentado, el guión se centra en ir bastante al grano, y no hay excesivo trasfondo ni profundidad en lo que cuenta. Es un grupo de superhéroes que se une para luchar contra un enemigo que amenaza al planeta; no mucho hay más. Son escenas que se suceden una tras otra sin ahondar demasiado. Al más puro estilo cómic, eso sí. Habrá a quien le guste más y a quien le guste menos, pero es lo que han hecho; en mi opinión, les ha salido una cinta pasable que, como también señalé, está completamente al servicio de los personajes principales. El principio del filme se dedica a ponernos en situación y a presentarlos de una manera medianamente efectiva. A lo largo de las dos horas que dura el largometraje, también los vemos desarrollarse.

Batman da un paso adelante respecto al cruel y hastiado justiciero que pudimos ver en Batman v. Superman y, motivado de alguna manera por el Hombre de Acero, es el encargado de reunir a la Liga. También se redime siendo el principal valedor de la operación para revivir al propio Superman, entre otras cosas por sentirse responsable de su muerte. No cabe duda de que vemos un buen Caballero Oscuro y que funciona de forma natural como coordinador del grupo.

Por su parte, Wonder Woman vuelve a estar maravillosa; Flash, que es el principal alivio cómico, cumple; Cyborg, el que a priori me parecía el menos atractivo, no me ha desagradado y resulta tener bastante importancia en la historia; y de Aquaman hay que reconocer que, con un aspecto algo alejado del que podemos ver en los cómics, no está nada mal, aunque se echa en falta saber algo más de su pasado y motivaciones (de eso se encargará su película individual, supongo).

Mención aparte merece Superman, de quien todos saben que es mi superhéroe preferido. El Hombre de Acero tiene muchísima "presencia" en Liga de la Justicia, incluso antes de que reviva, ya que se le nombra continuamente y, en cuanto ve la oportunidad, Bruce Wayne tiene claro que hay que hacer lo que sea necesario para traerlo de vuelta. Si en Batman v. Superman tenía la certeza de que había que eliminarlo como fuese, aquí está dispuesto a arriesgarlo todo para que vuelva a la vida. Un detalle que hizo que el personaje de Batman me gustara aun más.

Así pues, Clark, que en un momento dado regresa de la muerte confundido y se enfrenta al resto de la Liga en la que para mí es una de las mejores escenas de la película, vuelve convertido en un personaje con un tono bastante más ligero, posiblemente para intentar contentar a los que no gustaba la visión de Snyder de Kal-El. Una evolución del superhéroe hacia un sendero más luminoso, tras la versión que se nos mostró en Batman v. Superman, aunque se me ha antojado bastante forzada. En cualquier caso, a Superman, sobre todo gracias a Henry Cavill, tengo muchas ganas de volver a verle en una película individual y, por supuesto, en las (esperemos) futuras entregas de la Liga de la Justicia.


En cuanto al villano, Steppenwolf, al igual que el guión de la cinta, es bastante plano. Solo sirve
como "excusa" (amenaza, en este caso) para que la Liga se una. Además, su diseño a nivel estético y el hecho de que esté realizado íntegramente por CGI no ayudan.

Por cierto, hablando de los efectos especiales, si bien es cierto que no son de primer nivel, tampoco me han resultado tan desastrosos como los pintan por ahí. Eso sí, reconozco que el retoque digital para retirar el bigote de Henry Cavill en los reshoots que rodó Joss Whedon queda muy cutre, en especial en la primera escena de la película, en la que un niño habla con Superman mientras lo graba con su móvil.

En lo que al estilo del filme se refiere, a mi modo de ver, les ha salido un híbrido entre el tono serio que suele emplear DC-Warner y el más desenfadado que usa Marvel-Disney. Habrá quien piense que le ha venido bien que se lo hayan aligerado, en especial para captar al espectador medio y no solamente al fan de DC, pero me dio la sensación de que, por momentos, la balanza se inclinaba mucho más hacia el lado del enfoque que suele utilizar la competencia. ¿Que si me parece un error? A mí, personalmente, sí. ¿Que si creo que Liga de la Justicia tiene exceso de humor? Más que exceso, que tal vez también, creo que sobre todo no está del todo bien insertado en algunos momentos. Pero, insisto, la cinta es entretenida y se pasa volando; y creo que eso es lo mejor que se puede decir de esta película.

En definitiva, un largometraje en el que destacan los personajes por encima de todo y cuyos principales hándicaps residen en la excesiva sencillez del guión y del villano, un tono demasiado aligerado y, sobre todo, que se percibe que la cinta es un monstruo de Frankenstein, culpa de los reshoots que se llevaron a cabo para intentar, precisamente, aligerarle el tono. Es probable que cree una cierta división entre los fans de DC (que, eso sí, por fin hemos podido ver esta reunión en la gran pantalla), aunque también creo que captará a más espectadores "neutrales" (por así decirlo) que Batman v. Superman. A mí, personalmente, me ha parecido que no está del todo mal (mi nota, aún indecisa, está entre un 6 y un 7), pero lo que sí le pido a DC-Warner es que, en los largometrajes de este universo (ya sean películas individuales o secuelas de Liga de la Justicia), se lo curren un poco más.


lunes, 26 de junio de 2017

"Soy Diana de Themyscira, hija de Hipólita. En nombre del bien, tu cólera contra este mundo ha llegado a su fin"

El pasado viernes acudí al estreno en España de Wonder Woman, la cuarta película del Universo Cinematográfico de DC (UCDC), y aunque me gustó muchísimo aún no me puedo quitar de encima la sensación de que me esperaba un poco más. En realidad es algo que me suele suceder con películas con las que tengo unas expectativas altas, y en un primer visionado no estoy todo lo "relajado" que debería estar. Así pues, lo más probable es que, cuando la vea por segunda vez, la disfrutaré aún más. 

Sea como fuere, de lo que sí me gustaría hablar ya es acerca de los que, para mí, son los puntos fuertes y débiles de la cinta. En un principio tenía pensado hacerlo con una lista de pros y contras, pero he decidido abordarlo por apartados, ya que en muchos de ellos puedo mencionar aspectos que me han gustado y otros que no tanto. A partir de aquí, esta entrada contiene SPOILERS, así que si continúas leyendo es bajo tu responsabilidad.

Historia

Para mí, uno de los puntos más sólidos de todas las películas del UCDC hasta el momento, a excepción de Escuadrón Suicida, es la historia que cuentan y el desarrollo de la trama. Y en Wonder Woman no iba a ser menos. Reconozco que, siempre y cuando estén bien hechas, tengo especial debilidad por las películas que cuentan el origen de un determinado superhéroe. Entre otras cosas porque te aclaran las motivaciones de ese héroe y porque sientan la base de todo lo que vendrá después. Y en este filme eso está hecho especialmente bien. Me encanta todo lo que acontece a lo largo del metraje, desde el principio hasta el final. De hecho, a pesar de ser una película larga (141 minutos) no me resultó pesada en ningún momento.

Ambientación

La recreación de Themyscira y de la Primera Guerra Mundial son sublimes, no creo que se les pueda poner muchas pegas. Sin duda, la ambientación es otra de las grandes fortalezas de este largometraje.


Banda sonora

Otro gran acierto es la música. Ya habíamos escuchado la melodía de combate (por así llamarla) de Wonder Woman en Batman v. Superman, y a muchos nos había encantado. La asociamos al personaje y, como es lógico, iba a estar presente también en su película individual. Y espero que siempre esté ligada al personaje en este UCDC, al igual que el resto de temas, que también me gustaron mucho. Y lo mismo con Superman y con Batman, por cierto.

Efectos especiales

En general, a lo largo de la cinta, a los efectos especiales les daría un notable. Sin embargo, en determinados momentos, el uso del CGI me pareció que no alcanzaba ni el aprobado. Por citar un ejemplo especialmente llamativo, el momento en que la pequeña Diana salta por el precipicio en Themyscira al principio del filme. No es algo que me sacara de la película, pero es una pena que no se lo hayan currado un poco más.

Además, otra cosa a la que parece que se están acostumbrando en DC-Warner desde Batman v. Superman es a rodar las escenas de acción de noche. Ellos dirán que lo hacen para darle oscuridad y seriedad a la película, y no deja de ser cierto, pero uno no puede evitar pensar que en realidad lo hacen para que los efectos especiales cuesten menos (trabajo y dinero, seguramente).

Tono

Tengo que decir que, en general, el tono de Wonder Woman se aleja un poco de lo visto en Batman v. Superman para dar paso a una cinta más distendida y desenfadada. En este sentido, me parece que es un híbrido entre lo que ofrecen normalmente DC-Warner y por lo que apuestan Marvel-Disney, si bien casi todo el rato se mantiene ligeramente más cerca del primer tándem. 

No obstante, en determinadas escenas, considero que se acerca demasiado al segundo, en especial en aquellas en las que está presente el personaje de la secretaria de Steve Trevor, Etta Candy. Siempre he defendido que tanto Marvel como DC deben permanecer fieles a sus propios estilos, para que los espectadores podamos disfrutar de esa variedad en el cine de superhéroes. Por eso no me terminaron de agradar el personaje de Candy ni el excesivo tono cómico que alcanza por momentos el filme.

Gal Gadot es Diana Prince

Tengo que decirlo: yo fui uno a los que no convenció la elección de Gal Gadot como Wonder Woman. Sin embargo, ya desde Batman v. Superman me retracté completamente, y me alegro. Gadot le da un toque exótico al personaje que me encanta, y en su película individual, como es lógico, se ha podido lucir aún más para terminar de convencerme. Como única pega, al principio de la cinta su actuación no me estaba convenciendo, pero me hizo cambiar de opinión a medida que avanzaba el filme.

Con respecto al personaje de Diana y su evolución no puedo poner ni una pega. En especial esa transición de la inocencia a la madurez. Muy bien planteado y desarrollado.

El resto de personajes

Respecto al resto del reparto, voy a ir por partes. No voy a volver a mencionar a Etta Candy porque creo que ya ha quedado clara mi opinión, pero sí que voy a hablar de su jefe: Steve Trevor me pareció el mejor personaje, sin contar a la propia Diana, claro. Creo que aporta muchas cosas y no llega a quedar ensombrecido por Wonder Woman; méritos que son, en gran medida, de Chris Pine.

Podría detenerme en el resto de personajes del bando de los buenos, por así llamarlo, pero no creo que tenga mucho que destacar; en general, no me desagradaron. Eso sí, una mención aparte merecen las geniales amazonas, y en especial una Robin Wright que maravilla con su Antíope.

Pero de lo que sí que hay que hablar es de los malos, que para mí representan un punto débil en Wonder Woman. Tanto Ludendorff como la Doctora Veneno me parecieron villanos de opereta. Algo mejor está Ares (con su giro inesperado incluido), aunque no es todo lo genial que podría haber sido.

Acción

La verdad es que, en general, las escenas de acción de la cinta me fascinaron. La forma de pelear de Diana y las coreografías de lucha y la forma en que están rodadas me gustaron mucho y se disfrutan una barbaridad. A esto hay que sumarle algún que otro momento épico que, sobre todo a los fans de Wonder Woman, ponen los pelos de punta. Como cuando pronuncia su frase "soy Diana de Themyscira, hija de Hipólita. En nombre del bien, tu cólera contra este mundo ha llegado a su fin". Magistral. En definitiva, la acción de la película es, a grandes rasgos, una gozada, también gracias a que el aspecto visual (y no solamente en los momentos de acción, por cierto) está muy bien cuidado; algo que también hay que aplaudirle al UCDC en general.


Encaje en el UCDC

En la película se puede observar una evolución del personaje de Wonder Woman que hace más que creíble que se acabe convirtiendo en el que ya habíamos visto en Batman v. Superman, y la cinta en su conjunto encaja bastante bien en este universo que se inició con El hombre de acero. Sin embargo, hay un par de cosas que me molestan un poco, y que creo que podrían haber solventado: el primero es que, en Batman v. Superman, Diana dice que se alejó de la humanidad en un siglo de barbaries. Esto tendría sentido si nos quedamos con el momento en que la amazona se decepciona al descubrir que los humanos no son tan puramente buenos como ella creía. Pero es que al final de la película ella decide creer en el amor que hay en los hombres y los ayuda. Entonces, ¿por qué después habría decidido dejarlos tirados durante los siguientes 100 años, según dice en Batman v. Superman? Tal vez haya una explicación, pero aquí no nos la dan.

Hay otros dos detalles de encaje con anteriores películas que también me han molestado un poco, ambos relacionados con la famosa fotografía en blanco y negro que Bruce Wayne le hace llegar a Diana. El primero es que en Batman v. Superman, Bruce ya le envía por correo electrónico esta foto, que él solamente posee en formato digital tras habérsela robado a Lex Luthor. ¿Qué sentido tiene que se la vuelva a enviar? Y encima es una copia, en formato físico. ¿Significa que Bruce ha conseguido la original? Esta podría ser la explicación, pero es que tampoco nos la dan.


El segundo es en realidad una "tontería", pero me fastidia un poco porque tenía fácil solución. Está relacionado con la pose que tienen los personajes en dicha foto: en la instantánea se puede observar que todos los que salen en ella están mirando al frente (no a cámara), casi como si estuvieran en medio de una batalla. Sin embargo, cuando se toma la imagen, están mirando a cámara. Habría sido tan sencillo como que el personaje del fotógrafo les hubiera dicho algo así: "eh, chicos, no miren a cámara, miren al frente y pongan pose de batalla". Así habría encajado todo mejor.

Valoración general

En definitiva, Wonder Woman me gustó mucho, aunque tiene algunos "peros" que la ensucian un poco, sin llegar a estropearla. Para mí, un 9 sobre 10.

viernes, 9 de junio de 2017

No mires para otro lado

Desde hace un tiempo quiero escribir una entrada para expresar mi opinión acerca de Por trece razones (en inglés, 13 reasons why), una serie que ha estado rodeada de controversia desde que se estrenara el pasado mes de marzo. Recientemente, con la noticia de un joven que se suicidó dejando antes unos audios en su ordenador, la polémica se ha reavivado. Y, de paso, yo me he decidido por fin a escribir unas líneas para dar mi visión sobre la primera temporada de este producto original de Netflix.

Para empezar, me gustaría contar lo que me parece Por trece razones a nivel cinematográfico, por así decirlo. Tengo que reconocer que la trama me ha enganchado como pocas, algo que personalmente valoro mucho en una serie. Tiene drama, romance, intriga y es muy entretenida, y cada capítulo te deja con muchas ganas de ver el siguiente. Además, las actuaciones son buenas, considero que está bien rodada y la banda sonora me encantó (a destacar, el tema The night we met, de Lord Huron, todo un descubrimiento).

Pero más allá de todo esto, hay que abordar los temas que trata, como el bullying, además del mensaje que quiere lanzar, que es donde nace toda la polémica. A partir de aquí, esta entrada contiene SPOILERS, puesto que voy a nombrar partes concretas de la trama. Así pues, si continúas leyendo, lo haces bajo tu responsabilidad. De hecho, es probable que no entiendas algunas de las referencias si no has visto la primera temporada al completo. Allá vamos.


He leído en numerosas ocasiones que esta serie induce al suicidio y que lo presenta como algo atractivo, que Hannah es melodramática y no tenía motivos suficientes para suicidarse, que la protagonista deja una losa muy grande sobre los destinatarios de las cintas... y muchas más sentencias de esta índole. En mi humilde opinión, los que han entendido así la serie es porque han malinterpretado completamente el mensaje que quiere mandar.

Vayamos por partes. Por trece razones trata sobre el bullying, la incomprensión, la soledad, la depresión y demás estados o circunstancias que en nuestro planeta llevan a mucha gente a quitarse a la vida cada día. Y habla de todas estas cosas a través de diferentes ejemplos (trece, para ser exactos) en los que pueden presentarse (discriminación, acoso, violación, etcétera). No es que Hannah decida cortarse las venas por alguna de estas razones en particular, sino por todas ellas en su conjunto y por la depresión en la que estaba sumida a causa de ellas. Eso es lo que respondo a los que dicen que Hannah Baker no tenía suficientes motivos para suicidarse.

Pero aquí hay que hacer una matización: dejando a un lado la eutanasia, ¿de verdad alguien cree que algún motivo es bueno para quitarse la vida? Lo siento, pero no. La frase "(no) es motivo suficiente para suicidarse" no va conmigo; ni debería pronunciarla nadie. Por el simple hecho de que hay que ser optimistas: de todo se sale. No estoy diciendo que los que tomen la decisión de suicidarse sean unos cobardes (o unos valientes, según a quién le preguntes), para nada, porque no quiero entrar en ese debate. Lo que estoy diciendo es que ante la vida y las circunstancias que se nos presenten hay que adoptar una actitud positiva y ser conscientes de que todo tiene solución. Nada más. De hecho, en la serie dejan caer que, a pesar de todo, la decisión de Hannah de poner fin a su vida no fue la correcta; más claro, el agua.

Dicho lo cual, cabe preguntarse entonces por qué la protagonista decide hacerlo. Para mí, la respuesta es sencilla: porque cada persona es un mundo. ¿Que el de Hannah es un personaje melodramático? Estoy de acuerdo hasta cierto punto. Pero, ¿y qué? ¿Por ser una chica melodramática eso significa que sus problemas son (con perdón) una mierda y hay que minimizarlos? Para ella son importantes, porque le afectan, y eso es lo que verdaderamente importa. En la vida nos encontramos con personas melodramáticas (mucho más de lo que lo es Hannah), y en especial en la adolescencia, una etapa particularmente complicada. ¿Qué vamos a hacer en un caso así? ¿Decir que un determinado adolescente es melodramático y pasar de él o ella y de su problema? Porque estoy seguro de que más de uno, en el mundo real, se habrá quitado la vida por un caso parecido a tan solo uno de los trece que afronta Hannah. Y no me extrañaría que su entorno haya ignorado su sufrimiento en la mayoría de los casos.

Este es, a mi modo de ver, el principal mensaje que manda la serie: no mires para otro lado. Cada persona tiene su manera de afrontar las cosas, y por mucho que para nosotros su preocupación pueda parecer una "chorrada", eso no significa que tengamos que ignorarla; al contrario: necesita ayuda. Yo no me imagino diciéndole a alguien (ya sea amigo, familiar, conocido, etcétera) que su problema es una tontería, y ni mucho menos pensaría que es un melodramático y pasaría un kilo. Hay que actuar. Y más aún en una etapa como la adolescencia.

Pero, claro, aquí la culpa no la tiene solamente quien desoye o minimiza el problema de una persona, sino sobre todo la que se lo ha causado: el acosador (en todas sus formas). Ellos tampoco pueden mirar para otro lado, yéndose de rositas como si no hubieran hecho nada malo. Tienen que aprender. Y para ellos va también el mensaje de la serie, que en este caso lo manda directamente la propia Hannah a través de las cintas. Desde el menos culpable (Clay) hasta el que más, lo que les está queriendo decir es que, la próxima vez, o no hagan lo que hicieron o no miren para otro lado. Les está dando una lección para que ninguna otra persona vuelva a sufrir lo que sufrió ella. La única losa con la que les carga es con la de la responsabilidad de sus actos y las consecuencias que pueden traer. Que sean conscientes de ello y que no vuelvan a cometer esos errores, porque no saben hasta qué punto le puede afectar a otra persona. Y luego está el caso particular de Bryce, que es el más grave y debe pagar por lo que hizo, claro.

Finalmente, en cuanto a la afirmación de que Por trece razones induce al suicidio o que lo presenta de una forma atractiva, solo voy a decir una cosa: échenle (si no lo han hecho ya) un vistazo a la escena del suicidio, una secuencia tan fuerte como necesaria. Y es necesaria, entre otras cosas, porque si, después de ver esa escena, alguien sigue pensando que el suicidio es mostrado como algo apetecible, apaga la luz y vámonos. Y aquí tengo que volver a traer a colación la noticia del chico que se quita la vida no sin antes dejar unos audios en su ordenador. ¿Que la idea de los audios la sacó de la serie? Seguro. Pero esta persona tenía pensado suicidarse igualmente, aunque no la hubiera visto. No me quiero meter mucho en este 'fregao', porque ni soy psicólogo ni psiquiatra, pero yo creo que si alguien tiene decidido quitarse la vida, lo va a hacer sí o sí. ¡O no! Porque nosotros, a lo mejor, podemos impedirlo. ¿Cómo? Para empezar, y volviendo al mensaje que, a mi entender, lanza la serie, no mirando para otro lado.